Despedida
Mi sombra despertó temprano aquella mañana. Observó mi rostro, mis escuálidas manos y sacó una sombra de rosa que colocó en mi pecho.
Se fue por la sombra, cantando bajito.
Impresión salvada
El paracaídas se abrió justo a tiempo ante la mirada estupefacta del público. Nadie vio el impacto del cuerpo, por suerte.
Reflejo
Cuando abrió los ojos, la imagen del espejo lo miró con retraso.
2 comentarios:
Hector, me gustaron mucho tus poemas!!!
Te invito a que visites mi blog:
http://tercerpisoarticulosvarios.blogspot.com/
La_Vigilante
voy hacia el fuego como la mariposa
y no hay rima que rime con vivir
no te pares, no te mates, solo es una forma más de demorarse.
¡Qué decir de tus poemas! somos tus amigos, cualquier comentario es inválido.
besos, te queremos mucho.
Lau y Darío
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